El Congreso de El Salvador a petición del presidente, Nayib Bukele, aprobó nuevas leyes que endurecen las penas de cárcel para varios delitos. Las sanciones de prisión más severas serán para los casos de homicidio agravado, que antes recibían condenas de 20 a 30 años y ahora se elevarán hasta los 60, mientras que los de homicidio simple (sin agravantes) pasarán del rango de 15 a 20 años al de 25 a 35.
Los delitos de privación de libertad, violación, agresión sexual, hurto o robo también incrementaron sus penas, según las nuevas normativas. Bukele, quien está por cumplir tres años de una “guerra” frontal contra las violentas pandillas, enfila ahora su lucha contra la corrupción.
El enriquecimiento ilícito se castigará ahora con penas de entre 5 y 15 años de prisión (antes de 3 a 10 años) y el peculado, que conllevaba condenas de hasta 8 años, recibirá sentencias de hasta 12 años. Para quien preste su nombre para adquirir bienes con dinero proveniente de la corrupción, la legislación creó el delito de testaferrato, que tendrá una pena de 3 a 6 años de cárcel.
La Asamblea Legislativa también hizo una reforma para ampliar la detención provisional de un imputado hasta la media pena del delito por el cual es acusado. La detención provisional tenía un máximo de dos años y podría prorrogarse por un año más.