«Renacer es de valientes, renovarse es de visionarios», gritó Carlos Saade, presidente del partido ARENA luego de vivir la primera convención del proceso de «renovación» que el partido tricolor asegura está ejecutando y con la que proyecta «trazar el futuro de El Salvador».
El discurso que Saade expresó se enfocó en una renovación con la juventud; sin embargo, muchos señalaron que la afluencia del sector fue mínimo y casi nulo, debido a los resultados de los procesos electorales recién pasados donde el partido de derecha logró únicamente 1 alcaldía, dos diputados de para la Asamblea Legislativa y dos para el Parlamento Centroamericano.
Estos golpes y resultados, según analistas políticos, no son más que los daños que casos de exfuncionarios involucrados en actos de corrupción han causado graves afectaciones en la imagen del instituto político ante las «nuevas generaciones», donde muchos continúan señalando a la dirigencia y exigiéndole que renuncie.
«ARENA se libera de aquellos que mancharon su nombre. Estamos comprometidos con una nueva generación política», agregó Saade durante la convención del partido; quien mantiene un ambiente confrontativo y hostil contra aquellos que ahora forman la única representación política dentro del parlamento salvadoreño, evidenciando las divisiones internas y el señalamiento de las malas decisiones que lleva en declive al tricolor.