La renuncia del secretario del Parlamento de Honduras, Carlos Zelaya, y del ministro de Defensa, José Manuel Zelaya, en medio de un escándalo relacionado con el narcotráfico y la eliminación del tratado de extradición con EE.UU., supone un duro golpe para el Gobierno de Xiomara Castro y, según analistas y políticos, podría tener serias repercusiones para el oficialismo de cara a las elecciones de 2025.
Carlos Zelaya y José Manuel Zelaya, hermano y sobrino, respectivamente, del expresidente hondureño Manuel Zelaya, derrocado en 2009, anunciaron este sábado su renuncia para que el primero sea investigado por la Fiscalía de Honduras tras admitir que se reunió con dos narcotraficantes que le ofrecieron dinero para su campaña.
El secretario del Parlamento y diputado del Partido Libertad y Refundación (Libre, en el poder) reveló el sábado, tras comparecer ante la Fiscalía, que en 2013 participó en una reunión con Juan Ramón Matta Waldurraga, hijo del narcotraficante Juan Ramón Matta Ballesteros, que desde 1990 cumple cadena perpetua en una cárcel de EE.UU., y uno de los líderes de la banda narcotraficante Los Cachiros, quienes le ofrecieron dinero para su campaña, aunque aseguró que nunca lo recibió.
La presidenta hondureña aceptó la renuncia de su ministro de Defensa y en el cargo nombró a Rixi Moncada, una abogada cercana a su familia que fue ministra de Trabajo y gerente de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) durante el gobierno de Manuel Zelaya, esposo de la mandataria.