Decenas de miles de estibadores se declararon en huelga a medianoche (hora del este de EEUU), lo que provocó el cierre de los principales puertos de las costas Este y del Golfo y la interrupción de las entregas de todo tipo de productos, desde productos agrícolas hasta piezas de automóviles.
Es poco probable que los consumidores sientan el impacto a menos que la huelga dure varias semanas, porque las empresas y las firmas de logística tomaron medidas preventivas para mitigar el impacto con la temporada de compras navideñas a punto de comenzar.
Pero un paro laboral aún podría costarle a la economía estadounidense entre varios cientos de millones de dólares y $4,500 millones al día, dicen los analistas y los grupos empresariales. Los costos de redirigir las mercancías por rutas más largas se trasladarían a los consumidores.