El Salvador ha alcanzado la notable cifra de 731 días sin homicidios durante la gestión del presidente Nayib Bukele. Este logro histórico ha sido posible gracias a una serie de estrategias de seguridad implementadas bajo su administración, como el Plan Control Territorial y el régimen de excepción.
Desde que asumió la presidencia en 2019, Bukele ha priorizado la lucha contra la violencia y las pandillas que durante años dominaron gran parte del país, llevando a El Salvador a ser uno de los países más violentos del mundo.
Su administración ha sido capaz de revertir esa tendencia mediante una política de mano dura que ha transformado el panorama de seguridad en el país.
El Plan Control Territorial, lanzado en 2019, ha sido la columna vertebral de esta ofensiva contra el crimen. Consiste en un enfoque integral que combina la presencia masiva de fuerzas de seguridad en zonas estratégicas, mejoras tecnológicas, y el control de las finanzas de las pandillas.
Además, el régimen de excepción, aprobado en marzo de 2022, ha otorgado poderes especiales a las autoridades, permitiéndoles realizar arrestos de pandilleros sin necesidad de una orden judicial, lo que ha permitido encarcelar a mas de 82,000 delincuentes y sus colaboradores.