La reciente declaración de «zona catastrófica» por parte del Gobierno de España ha generado descontento entre los ciudadanos valencianos, quienes consideran que la medida llegó demasiado tarde.
Las intensas lluvias y las inundaciones causadas por la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) han devastado numerosas localidades, dejando a su paso un rastro de destrucción y sufrimiento.
Los vecinos de las áreas más afectadas han expresado su frustración ante la lentitud de la respuesta gubernamental. A pesar de que la DANA dejó a miles de personas en una situación crítica, el anuncio oficial se produjo semanas después de que la catástrofe comenzara a afectar gravemente a la población.
Esta tardanza ha intensificado las quejas sobre la gestión de crisis y la falta de previsión por parte de las autoridades competentes.
Las consecuencias de la inundación son evidentes: hogares dañados, comercios cerrados y un impacto económico que podría tardar años en recuperarse. La declaración de zona catastrófica debería haber facilitado la asistencia inmediata a los afectados, pero muchos sienten que el tiempo perdido ha agravado aún más su situación.
La indignación se ha manifestado de tal manera que durante la visita del presidente Pedro Sánchez a la zona de desastre el pasado fin de semana, fue atacado por los ciudadanos que arrojaron lodo al mandatario y a los reyes Felipe VI y Letizia, debido a la frustración de los afectados. Más tarde, en declaraciones a la prensa, Sánchez llamaría a estos “elementos marginales”.