El gobierno de Chile anunció la decisión de poner fin a toda su misión diplomática en Venezuela. El anuncio fue acompañado de un llamado explícito a la salida inmediata del embajador venezolano en Santiago, un acto que simboliza el quiebre total de los lazos diplomáticos entre ambos países.
La medida, según fuentes oficiales, responde a la falta de avances significativos en el restablecimiento de la democracia en Venezuela.
El gobierno chileno subrayó que esta decisión se mantendrá hasta que en Venezuela se restablezca plenamente el orden democrático, algo que las autoridades consideran esencial para retomar relaciones diplomáticas normales.
El deterioro de las relaciones entre ambos países se remonta a los últimos años, en los que el gobierno chileno ha expresado reiteradamente su preocupación por la situación política y humanitaria en Venezuela.
A pesar de llamados internacionales y esfuerzos diplomáticos para propiciar un diálogo, Chile considera que no hay condiciones para mantener relaciones en el marco actual.
Además del retiro de su embajador, Chile pidió el cese de las actividades del embajador venezolano en Santiago, dejando claro que la decisión es definitiva mientras no se produzcan cambios sustanciales en Venezuela.
