El Supremo Tribunal Federal de Brasil impuso medidas cautelares al expresidente Jair Bolsonaro, incluyendo el uso de una tobillera electrónica, restricciones de movilidad dentro de Brasilia, prohibición de usar redes sociales y limitación de contacto con diplomáticos y personas investigadas. La decisión se dio tras un allanamiento realizado en su domicilio en el marco del juicio por intento de golpe de Estado.
Durante la diligencia, la Policía Federal incautó aproximadamente $14,000 dólares en efectivo y un dispositivo USB oculto en el baño. Bolsonaro afirmó que el dinero tenía origen legal.
En una entrevista posterior al operativo, el exmandatario insistió en que se trata de una persecución con motivaciones políticas: “El inquieto del golpe es un inquieto político. No hay nada de concreto allí. El PGR fue más allá de lo que vio en el inquieto. Me puso en el 2 de enero, pero no hay prueba de nada”.
Bolsonaro también criticó la narrativa sobre un intento de golpe: “¿Un golpe en un domingo? ¿Un golpe sin Fuerzas Armadas, sin armas? Un golpe realmente de festín. Ahora, el juicio, espero que sea técnico y no político”.
Respecto a la restricción de movimiento, explicó: “Estoy restringido a Brasilia, conto con Ozeleira… tengo horario para estar en la calle. Y no me entienden, pero el objetivo es una humillación suprema. Ese es el objetivo”.
Sobre las acusaciones de haber intentado asilarse en una embajada extranjera, lo negó enfáticamente: “Nunca pensé en salir de Brasil, nunca pensé en ir a la Embajada, pero las cárceles son en función de eso. No puedo aproximarme de la Embajada”.
Bolsonaro también mencionó que el origen de las nuevas medidas cautelares está relacionado con las acciones de su hijo Eduardo Bolsonaro, quien reside en Estados Unidos: “El inquieto que generó las cautelares sobre mí es aquello que mi hijo está respondiendo por estar en Estados Unidos”.
Este caso se desarrolla en medio de tensiones diplomáticas con EE. UU., luego que medios brasileños revelaran que Bolsonaro y su hijo habrían intentado coordinar sanciones con funcionarios estadounidenses contra autoridades judiciales brasileñas. El expresidente Donald Trump ha manifestado públicamente su apoyo a Bolsonaro, mientras que el actual mandatario Luiz Inácio Lula da Silva ha calificado la situación como un atentado contra la soberanía de Brasil.
El juicio contra Jair Bolsonaro continúa en desarrollo. De ser hallado culpable, podría enfrentar hasta 43 años de prisión.