El presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, lanzó un ultimátum directo al régimen de Nicolás Maduro al anunciar que las Fuerzas Armadas estadounidenses, actualmente desplegadas frente a las costas venezolanas, podrían iniciar “muy pronto” operaciones terrestres para detener a narcotraficantes vinculados a Venezuela. La advertencia marca un nuevo nivel en la tensión bilateral.
Según las declaraciones del mandatario, el cambio hacia acciones por tierra responde a que los narcotraficantes han reducido sus rutas marítimas, tras el impacto de la campaña naval estadounidense. En los últimos meses, Washington afirma haber destruido más de una veintena de embarcaciones durante la Operación Lanza del Sur, lo que habría disminuido significativamente el tráfico de drogas hacia territorio norteamericano.
El anuncio ocurre después de que Estados Unidos declarara como organización terrorista al denominado Cártel de los Soles, al que vincula con altos mandos del chavismo. Esta designación le otorga a Washington un marco legal más amplio para justificar acciones más agresivas contra estructuras que considera parte del narcotráfico internacional.
En respuesta, el gobierno de Nicolás Maduro rechazó las declaraciones y calificó las acciones de Estados Unidos como una maniobra militar con fines desestabilizadores. Además, ordenó a su Fuerza Aérea mantenerse en alerta ante la posibilidad de un incremento en las operaciones estadounidenses.

