Ese país centroamericano ha experimentado un incremento de violencia en los últimos años y busca adoptar medidas inspiradas en los resultados salvadoreños, donde estrategias como el Plan Control Territorial y el régimen de excepción han reducido significativamente las tasas de homicidio y violencia extrema.
A finales de este año el presidente costarricense Rodrigo Chaves expresó que la experiencia de El Salvador “es un referente mundial de seguridad” y afirmó que Costa Rica quiere aprender de esas prácticas y adaptarlas a su realidad para devolver la paz y la seguridad a su población. El mandatario tico realizó una visita oficial a El Salvador.
Por su parte, Bukele señaló que la cooperación es fundamental porque “el crimen no tiene fronteras”, y que el nuevo acuerdo no solo responde a un enfoque bilateral sino que busca convertirse en una plataforma para atraer a otros países de la región con objetivos similares.
Los gobiernos de El Salvador y Costa Rica sellaron una alianza estratégica en materia de seguridad pública, con el objetivo de enfrentar de manera conjunta los retos del crimen organizado, el narcotráfico y otras formas de delincuencia que afectan a la región centroamericana.

