Una infante de 10 meses se tragó un crucifijo por accidente, en Perú.
Al ser sometida a una radiografía, los médicos especialistas se sorprendieron al observar las placas. La bebé tenía el objeto alojado en el esófago.
“Este procedimiento consiste en ingresar con el endoscopio y, mediante una pinza, extraemos el cuerpo extraño”, indicó.
El médico explicó que en un inicio no se podía extraer porque estaba incrustrado.
“La verdad, hemos tratado en múltiples ocasiones hasta que en una de esas se logró movilizar el cuerpo extraño”, narró el médico que atendió el proceso.
La intervención quirúrgica duró entre 20 a 25 minutos, aproximadamente, porque el procedimiento estuvo complicado.
Cumplido el objetivo, la bebé fue puesta en observación por varias horas para seguir su reacción.