El ingreso de Venezuela al bloque multilateral conformado en 2009 por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS), fue vetado debido a la falta de consenso entre los países miembros. Aunque Nicolás Maduro recibió apoyo de Rusia, especialmente de Vladímir Putin, la postura de Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, fue determinante para impedir la adhesión de Venezuela.
El asesor especial de la Presidencia de Brasil, Celso Amorim, detalló que la falta de apoyo a Venezuela se debe a una «ruptura de confianza». Ante esto, mencionó que tras las elecciones del 28 de julio se esperaba la entrega de actas para ratificar la victoria de Maduro, pero esto no ocurrió, costándole el ingreso a este grupo.
El primer vicepresidente de la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela, Pedro Infante, manifestó su «vergüenza» por la decisión de Brasil de vetar la entrada de Venezuela al BRICS y casi de inmediato la Cancillería venezolana expresó que esta medida brasileña «reproduce el odio y la exclusión promovidos desde centros de poder occidentales». Además, indicó que Venezuela contaba para su ingreso con el apoyo de otros países, pero el Gobierno de Brasil mantuvo el veto impuesto originalmente por el expresidente Jair Bolsonaro.
La cumbre de los BRICS se celebró entre el 22 y el 24 de octubre en la ciudad rusa de Kazán. Al evento anual asistió el gobernante Nicolás Maduro, junto a miembros de su equipo cercano.