El cardenal Giovanni Angelo Becciu, otrora una de las figuras más poderosas del Vaticano, recibió en 2020 la orden del papa Francisco de renunciar a los “derechos y privilegios” de cardenal después de verse envuelto en un escándalo financiero del Vaticano.
Tras la muerte del papa la semana pasada, Becciu hizo un llamamiento en defensa de su derecho a estar en el cónclave, pero el martes emitió un comunicado anunciando su retirada. “He decidido obedecer, como siempre lo he hecho, la voluntad del papa Francisco de no entrar en el Cónclave, manteniendo mi convicción de mi inocencia”, declaró.
El cardenal italiano ha anunciado que no participará en el próximo cónclave del 7 de mayo de 2025, en el que se elegirá al sucesor del papa Francisco. Esta decisión se produce tras la presentación de dos cartas firmadas por el papa Francisco, en las que expresaba su deseo de que Becciu no formara parte del proceso electoral.
Becciu, de 76 años, fue condenado en diciembre de 2023 a cinco años y medio de prisión por malversación de fondos y abuso de poder, relacionados con una fallida inversión inmobiliaria en Londres y transferencias de dinero a entidades vinculadas a su familia. A pesar de mantener su inocencia y estar en proceso de apelación, ha decidido renunciar a su participación en el cónclave «por el bien de la Iglesia», buscando preservar la unidad y serenidad del proceso.