Royal Caribbean enfrenta una demanda colectiva tras descubrirse que un empleado grabó a pasajeros en secreto a bordo de su crucero Symphony of the Seas.
Según el medio Vice, se alega que hasta 960 pasajeros pudieron ser filmados por una cámara oculta en el baño de una de las cabinas. La demanda fue presentada por una mujer no identificada (Jane Doe) en representación de “todos los demás pasajeros en situación similar”, luego que a principios de año, una pasajera encontrara una cámara bajo el lavabo de su cabina.
El periódico Daily Mail informó que Arvin Joseph Mirasol, un asistente de camarote de Royal Caribbean, instalaba estas cámaras y también se escondía bajo las camas de los pasajeros para observarlos. Fue capturado gracias a la intervención de un huésped que descubrió el dispositivo y lo reportó a la seguridad del barco.
Mirasol, de 34 años, se declaró culpable de voyerismo y posesión de pornografía infantil, recibiendo una condena de 30 años en prisión federal. Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, la condena de 30 años de prisión fue dictada por la jueza de distrito Melissa Damian el 28 de agosto.
Durante la investigación, la Homeland Segurity Investigations (HSI) de Fort Lauderdale y la Customs Aborder Protection (CBP) descubrieron numerosos vídeos en sus dispositivos, incluyendo imágenes de menores de entre 2 y 17 años.
Se estima que las actividades ilegales de Mirasol comenzaron en diciembre del 2023.
La demanda intenta que Royal Caribbean asuma responsabilidad y tome medidas preventivas para que incidentes similares no vuelvan a ocurrir. Bernardo Pimentel, abogado de la víctima, sostuvo: “Si responsabilizamos a estas líneas de cruceros, pueden buscar proactivamente esta mala conducta antes de que ocurra”.
Estas demandas resaltan la necesidad urgente de protocolos de seguridad más estrictos y una supervisión efectiva en la industria de los cruceros, según lo han manifestado las partes implicadas en las entrevistas.