El área metropolitana de la bahía de Tampa aún sufre el paso reciente de Helene, el huracán de categoría 4 que dejó 227 muertos en el sureste de Estados Unidos.
Helene causó inundaciones en la mayoría de las viviendas y negocios, y los habitantes han apilado delante de sus puertas todo lo que quedó inservible por culpa del agua: camas, colchones, refrigeradores, televisiones entre otras cosas.
Ahora, se preparan para la llegada del huracán Milton, que se debilitó este martes a categoría 4 mientras avanza rumbo a la costa oeste de Florida, donde se prevé que toque tierra el miércoles.
Este es el segundo gran huracán registrado en el golfo de México en dos semanas, «se prevé que Milton siga siendo un huracán extremadamente peligroso hasta que toque tierra en Florida», afirmó el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos, precisando que la tormenta tiene ahora vientos sostenidos de 250 km/h.
Las autoridades de Florida, por su parte, ordenaron nuevas evacuaciones en la misma región que todavía se recupera del desastre. «Quien tenga los medios para hacerlo (…) que salga a la carretera hoy», instaron el lunes las autoridades de Florida en una rueda de prensa dirigida específicamente a las poblaciones del área metropolitana de Tampa (de unos 3 millones de habitantes), en el Golfo de México.
El NHC advirtió que el huracán puede provocar una fuerte marejada ciclónica en la costa oeste de Florida a partir del martes por la noche. En Tampa el nivel del agua podría aumentar entre unos 2,4 y 3,6 metros sobre el nivel del suelo, según el NHC.
«Estas tormentas están trayendo más agua que nunca, entonces, al mismo tiempo que existe riesgo por el viento, es el agua lo que está matando a las personas», advirtió la directora de la agencia federal de respuesta a desastres naturales (FEMA), Deanne Criswell.