Este sábado 26 de abril, el mundo será testigo de un acontecimiento histórico sin precedentes: la Misa de Réquiem del Papa Francisco, será transmitida en vivo desde Roma en una cobertura multimedia sin precedente en la historia del Vaticano.
La ceremonia comenzará a las 10:00 a.m. (hora de Roma), 2 a.m. hora de El Salvador y será seguida por la solemne procesión que trasladará el féretro del Pontífice desde la Plaza de San Pedro hasta la Basílica de Santa María la Mayor, lugar donde será sepultado según su voluntad.
Este funeral no solo marca un momento de homenaje, similar al vivido hace dos décadas con la despedida del Papa Juan Pablo II, sino que inaugura una nueva era en la transmisión de eventos religiosos: por primera vez, el traslado de los restos mortales de un Papa será difundido en directo a escala global.
Para garantizar que la mayor cantidad de personas posible pueda seguir el evento, el Dicasterio para la Comunicación ha coordinado una cobertura sin precedentes: la Misa será transmitida en 15 idiomas hablados, entre ellos español, inglés, italiano, francés, portugués brasileño, alemán, polaco, vietnamita, chino y árabe. Además, se contará con interpretación en 4 lenguas de señas: estadounidense (ASL), italiana, española y francesa.
La señal televisiva será proporcionada por el Centro Televisivo Vaticano (Vatican Media), e incluirá imágenes aéreas y en tierra tanto de la Plaza de San Pedro como del trayecto hacia la Basílica. Asimismo, se habilitará una cobertura completa en radio, televisión, redes sociales e impresos, disponible en 56 idiomas a través de las plataformas oficiales de Vatican News, Radio Vaticana y L’Osservatore Romano.
El acceso al evento estará disponible desde múltiples canales y plataformas, incluyendo el sitio web oficial www.vaticannews.va, YouTube, aplicaciones móviles, transmisiones por onda corta para África y redes sociales como Facebook e Instagram en diversos idiomas.
Con esta cobertura multilingüe y multimedia, el Vaticano busca no solo rendir homenaje al legado del Papa Francisco, sino que reafirma su compromiso con la inclusión, el acceso y la unidad espiritual a nivel mundial. Una despedida que, sin duda, resonará en todos los rincones del planeta.
