La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, ordenó este miércoles la ruptura del tratado de extradición con Estados Unidos como represalia a unas declaraciones de la embajadora norteamericana, Laura Dogu, en las que ésta criticó las relaciones del gobierno hondureño con el gobierno venezolano de Nicolás Maduro.
Dogu reconoció ante los medios que veía «bastante sorprendente» que varias autoridades de Defensa hondureñas se hubiesen reunido con el ministro venezolano del ramo, Vladimir Padrino López, a quien la embajadora describió como un «narcotraficante».
Como primera medida, ordenó al ministro de Exteriores, Enrique Reina, denunciar el tratado de extradición con Estados Unidos, paso previo a la ruptura de un acuerdo que permite el intercambio de personas acusadas entre los dos países.
El propio Reina tachó de «insoportable» la «injerencia». «Honduras acudió a una competencia de academias militares (e) insinuar o implicar como narcotraficantes y descalificar a nuestras autoridades es realmente una amenaza directa a nuestra independencia y soberanía», señaló.