La analista política Bessy Ríos señaló que el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) enfrenta una clara división interna, marcada por dos corrientes opuestas. Una de ellas está liderada por el secretario general, Manuel «el Chino» Flores, y la otra por Simón Paz.
Ríos explicó que Flores busca desvincularse de las figuras que han perjudicado la imagen del partido, mientras que el sector cercano a Paz defiende a ultranza a sus compañeros por lealtad interna. La analista enfatizó que Flores debería tomar una decisión contundente y apartar a aquellos que, según su criterio, han contribuido al deterioro del FMLN.
Esta división evidencia los retos que enfrenta el partido para redefinir su rumbo y recuperar su relevancia en el panorama político salvadoreño.
El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), el principal partido de izquierda en El Salvador, atraviesa uno de los momentos más críticos de su historia reciente. Fundado en 1980 como un frente guerrillero durante la guerra civil y convertido en partido político tras los Acuerdos de Paz de 1992, el FMLN gobernó el país entre 2009 y 2019 con los expresidentes Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén. Sin embargo, desde la llegada al poder de Nayib Bukele y su partido Nuevas Ideas (NI) en 2019, el FMLN ha experimentado un declive acelerado, marcado por derrotas electorales abrumadoras, escándalos de corrupción, divisiones internas y una pérdida masiva de apoyo popular.
El FMLN ha sido prácticamente barrido del mapa político institucional. En las elecciones presidenciales y legislativas de febrero de 2024, su candidato Manuel «el Chino» Flores obtuvo solo el 6,5% de los votos, mientras que NI arrasó con el 84,65% y se adjudicó 54 de las 60 bancas en la Asamblea Legislativa, dejando al FMLN sin ninguna. En las municipales de marzo de 2024, el partido no ganó ni una sola alcaldía, perdiendo incluso bastiones históricos como San Salvador.