Las autoridades en Los Ángeles, California, informaron a los miles de evacuados por los devastadores incendios forestales que no podrán regresar a sus hogares durante al menos una semana.
Esta medida busca proteger a la población ante los riesgos persistentes en la zona afectada, incluyendo descargas eléctricas, desprendimientos de tierra y exposición a materiales tóxicos.
Los incendios han arrasado aproximadamente 16,000 hectáreas, dejando comunidades enteras reducidas a cenizas.
Equipos de emergencia trabajan intensamente para contener las llamas y evaluar las condiciones en las áreas afectadas, mientras que el peligro sigue siendo elevado.