La Basílica de San Pedro ha sido testigo de una multitudinaria muestra de afecto y respeto hacia el Papa Francisco, quien falleció el pasado lunes 21 de abril.
Según informó el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, hasta la 1:00 de la tarde del jueves 24 de abril, más de 61,000 personas habían desfilado ante su féretro para presentar sus respetos.
La afluencia masiva de fieles ha obligado a mantener abierta la basílica hasta la medianoche, aunque la Santa Sede indicó que podría extenderse el horario si persisten las largas filas de devotos que continúan llegando desde distintas partes del mundo.
Estas jornadas de duelo han estado marcadas por un ambiente de consuelo y oración. Miles de personas han esperado pacientemente para tener unos segundos frente al féretro del pontífice, recordado por su cercanía con los más humildes y su firme llamado a la misericordia.
Tras la misa exequial del sábado 26, representantes de las obras caritativas de la Iglesia recibirán el féretro en la escalinata de la Basílica de Santa María la Mayor, en un gesto simbólico que evoca el legado pastoral del Papa Francisco, quien eligió ese nombre en honor a San Francisco de Asís, «para no olvidarse nunca de los pobres».
Ese mismo día, a las 9:00 p.m., se rezará un Rosario en la explanada de la basílica mariana, y posteriormente se llevará a cabo el entierro en una ceremonia privada. A partir del domingo 27 de abril por la mañana, los fieles podrán visitar la tumba del Papa en la Basílica de Santa María la Mayor.