En la primera semana del segundo mandato del presidente Donald Trump, la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) ha deportado a 7,300 inmigrantes ilegales, según un comunicado del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
“En la primera semana de la administración Trump, hemos cumplido la promesa que el presidente Trump hizo al pueblo estadounidense de arrestar y deportar a los criminales violentos que se encuentran ilegalmente en el país. En una semana, los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley han expulsado y devuelto a 7,300 inmigrantes ilegales”, informó la institución.
Esto confirma que la administración Trump ha retomado su estricta política migratoria, poniendo énfasis en la detención y deportación de personas en situación irregular con cargos delincuenciales dentro de Estados Unidos.