El director de la revista Factum, César Fagoaga, reconoció el 1 de febrero que el medio de comunicación que dirige está «pasando una crisis» tras el recorte que anunció el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la cooperación internacional que se brindaba por medio de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) a diferentes entidades salvadoreñas.
«Efectivamente si afecta a Factum Que se corte esa ayuda, evidentemente afecta. Afecta, pero no nos limita, ¿en qué sentido? nosotros vamos a continuar haciendo el periodismo que la gente está acostumbrada, ese periodismo necesario. Si nos afecta, claro que nos afecta porque es parte de nuestro presupuesto, pero no nos bota, no nos desanima», expresó.
Fagoaga consideró que la suspensión de fondos de cooperación por parte de Estados Unidos se debe «al capricho de un presidente [Donald Trump]», y agregó que, «Creo que en Washington hay una discusión bien interesante sobre qué es lo que se está dejando morir a cambio del capricho de un presidente», señaló.
Además, dijo que a pesar de que Estados Unidos les cortó la ayuda económica para sostener la revista, han considerado implementar otras medidas para continuar operando.
En ese sentido, anunció que decidieron comenzar una campaña de recaudación de fondos en su comunidad de seguidores, por lo que instó a los salvadoreños a colaborar con dinero para que la revista funcione.
Fundada en 1961, la USAID fue planeada para distribuir miles de millones de dólares anualmente en programas destinados a aliviar la pobreza, combatir enfermedades y responder a desastres naturales. Además, de apoyar iniciativas que promueven la democracia y el comercio global.
Sin embargo, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, divulgó a los medios durante una rueda de prensa, gastos realizados de manera «irracional» en proyectos, programas e iniciativas que no van enfocadas al lineamiento de la agencia.
Por el momento, el personal de USAID en todo el mundo está puesto bajo licencia administrativa desde el viernes según una directiva emitida el martes por la noche, mientras preparan un plan para el personal destacado fuera de Estados Unidos “según el cual la agencia organizaría y pagaría el viaje de regreso a Estados Unidos en un plazo de 30 días” y rescindiría “los contratos que no se determinen como esenciales”.