En un duro golpe a la estrategia de seguridad nacional, el presidente Bernardo Arévalo confirmó este miércoles la aceptación de las renuncias del ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, y de dos de sus viceministros clave: Claudia Palencia, encargada de Antinarcóticos, y José Portillo, responsable de Seguridad.
La decisión llega apenas 48 horas después de la espectacular fuga de 20 líderes de alto perfil de la pandilla Barrio 18 desde la cárcel de Fraijanes, un incidente que ha expuesto graves fallos en el sistema penitenciario guatemalteco.
El anuncio, realizado durante una rueda de prensa en el Palacio Nacional, subraya la gravedad de la brecha en el control de las prisiones de máxima seguridad.
«La seguridad de los guatemaltecos es innegociable. Aceptamos estas renuncias para permitir una reestructuración inmediata y profunda que evite que tragedias como esta se repitan», declaró Arévalo, visiblemente consternado.
El mandatario enfatizó que la fuga no solo representa un riesgo inminente para la ciudadanía, sino también un desafío directo a los esfuerzos del gobierno por desmantelar las redes criminales que azotan el país.