El presidente electo de Bolivia, Rodrigo Paz, reveló que ha solicitado asistencia al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, para abordar los graves problemas de inseguridad en el país y modernizar el sistema penitenciario, inspirándose en el modelo salvadoreño de control de pandillas y gestión carcelaria.
En declaraciones recientes, Paz destacó la necesidad de implementar estrategias efectivas contra la delincuencia organizada, que ha afectado gravemente a Bolivia en los últimos años.
«Le pedí ayuda al presidente Bukele para controlar el problema de la inseguridad y el sistema penitenciario», afirmó el mandatario entrante, quien asumirá el cargo en las próximas semanas tras su victoria en las elecciones generales de agosto de 2025.
Rodrigo Paz, hijo de un ex presidente y representante de un enfoque centroderechista, prometió durante su campaña un «capitalismo para todos» y la recuperación de lazos con aliados internacionales, incluyendo modelos exitosos como el de El Salvador, donde Bukele ha sido reconocido por drásticas reducciones en las tasas de criminalidad.
El equipo de Paz enfatizó que esta colaboración busca adaptar experiencias probadas sin replicarlas al pie de la letra, enfocándose en reformas estructurales para prisiones bolivianas, que han sido criticadas por hacinamiento y falta de control.

