Como parte del programa “Dos Escuelas por Día” impulsado por el Gobierno, privados de libertad participan activamente en la fabricación de mobiliario escolar, contribuyendo así a la mejora de la infraestructura educativa en el país.
Según las autoridades, los reos producen al menos 2,000 piezas diariamente, entre escritorios, pupitres, sillas y otros enseres esenciales que posteriormente son entregados a los centros escolares beneficiados por el plan.
Este esfuerzo forma parte del modelo de reinserción implementado en los centros penitenciarios, que busca que los internos contribuyan de manera productiva a la sociedad mientras cumplen su condena.