Millones de personas que fueron evacuadas tras el potente sismo de magnitud 8.8 registrado en Rusia han comenzado a regresar a sus hogares, luego de que las autoridades levantaran las alertas de tsunami en la región del Pacífico.
La emergencia generó una rápida reacción internacional. Más de una docena de países, incluyendo Japón, Estados Unidos, Ecuador, México y Colombia, emitieron advertencias a la población para mantenerse alejados de las zonas costeras como medida de precaución ante posibles olas peligrosas.
El terremoto provocó temor en múltiples regiones del océano Pacífico, pero tras un monitoreo constante, las autoridades descartaron la amenaza inminente de un tsunami, lo que permitió el retorno progresivo de los evacuados.