El Tribunal 1.º de Sentencia de San Salvador condenó a Ricardo Alberto Calles a seis años de prisión por el delito de estafa agravada en perjuicio de una víctima, y le impuso el pago de $6,000 en concepto de responsabilidad civil.
El 23 de julio de 2022, Ricardo Calles contactó a la víctima a través de WhatsApp para ofrecerle importar un vehículo y entregárselo reparado, por un monto total de $7,000. La víctima accedió, ya que estaba buscando un carro para su pareja.
Para iniciar el proceso de importación, Calles solicitó un primer pago de $4,000, que la víctima transfirió a su cuenta bancaria, seguido de un segundo pago de $1,000 en efectivo. El 20 de agosto del mismo año, Calles informó a la víctima que la compra del vehículo ya se había realizado y que era momento para cancelar el saldo restante.
La víctima hizo un tercer pago por $2,000 transferidos directamente a la cuenta bancaria del imputado. Sin embargo, después de este pago, el procesado dejó de contestarles los mensajes y llamadas.
De acuerdo con la investigación fiscal, Calles habría aprovechado el vínculo de amistad que tenía con la víctima para poder fraguar la estafa, ya que según los datos recabados, el condenado no posee los permisos correspondientes para poder importar vehículos al país.