El abogado y criminólogo Ricardo Sosa relata que su visita a la Villa Navideña del Centro Histórico le permitió observar, desde la criminología, la aplicación real de la prevención situacional del delito. A su llegada notó un entorno completamente ordenado, limpio y estéticamente cuidado, lo que describió como una “Teoría de las Ventanas Rotas aplicada a la inversa”, enviando un mensaje claro de respeto a la norma y recuperación del espacio público.
Durante su recorrido por las tres plazas principales, Sosa identificó distintos niveles de seguridad bien ejecutados. En la Plaza Gerardo Barrios destacó la iluminación estratégica que eliminaba puntos vulnerables y fomentaba la vigilancia natural, permitiendo a las familias disfrutar con tranquilidad. En la Plaza Libertad observó un excelente manejo del flujo masivo de personas gracias a la integración visible pero no invasiva de la PNC, Fuerza Armada y policías recién juramentados, generando un ambiente de control informal y convivencia.
Finalmente, en la Plaza Morazán encontró el reflejo más puro del éxito territorial: niños corriendo sin temor y familias disfrutando del espacio recuperado. Para Sosa, la Villa Navideña no representa solo un evento festivo, sino la validación de un modelo de seguridad basado en diseño ambiental, presencia estatal y cultura ciudadana. Afirma que cuando un Gobierno recupera y embellece el territorio, el ciudadano no solo lo visita, sino que se apropia de él y lo respeta.

