Bajo la lluvia intermitente de la capital, las cerca de 60.000 personas presentes en el Estadio de Francia entonaron en coro la Marsellesa, el himno francés, al inicio de la ceremonia de clausura de los Juegos Paralímpicos.
Al ritmo de «I Will Survive» de Gloria Gaynor o de la popular canción francesa «Les Champs-Elysées» de Joe Dassin, interpretadas por la Guardia Republicana de Francia, los abanderados de las 168 delegaciones desfilaron ante sus casi 4.400 paratletas.
«Aunque las emociones fueron efímeras, el recuerdo de este verano [boreal] histórico quedará grabado en nuestras memorias», declaró Tony Estanguet, presidente del Comité Organizador de París-2024, entre los ensordecedores aplausos de los asistentes.
«Los Juegos llegan a su fin, pero su mensaje no se extingue esta noche (…). Sigamos intentándolo, sigamos fracasando y volvamos a levantarnos. Sigamos creyendo y, sobre todo, sigamos atreviéndonos», agregó.
De París-2024 pasarán a la historia sus increíbles sedes -como el Grand Palais, el Estadio de la Torre Eiffel o Versalles-, las hazañas deportivas y los nuevos récords mundiales, pero sus organizadores esperan también que deje una herencia perenne de inclusión.