El diputado de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), Francisco Lira, evidenció durante una reciente entrevista radial sobre la desconexión que algunos funcionarios de su partido han tenido con los salvadoreños.
Según Lira, la función del diputado como representante del pueblo exige mantener un contacto constante con la gente, algo que, en su opinión, algunos de sus compañeros de partido han olvidado al enfocarse en otros intereses que no han sido de beneficio para el país.
El legislador indicó que este distanciamiento es una de las razones por las cuales el país atraviesa una situación que causó que, sobre un solo partido político, en este caso Nuevas Ideas, tenga el poder de la toma de decisiones que, según él, no benefician a la población en general, sino a un «círculo cercano».
«Lo que pasa es que en este país se ha confundido tanto el rol del diputado, somos representantes del pueblo y como representantes, debemos estar siempre cercanos a nuestra gente», comentó Lira.
El pronunciamiento de Lira refleja una creciente preocupación en ARENA, principalmente luego de pasar unas duras elecciones presidenciales en 2023, donde su candidato Joel Sánchez quedó relegado al tercer lugar con apenas 177,881 votos versus los 2 millones 701 mil 725 que sacó Nayib Bukele, siendo esta su segunda contiende presidencial, y donde normalmente, todos los políticos ya sufren de un desgaste político, algo que en El Salvador, no se vio reflejado.
Los salvadoreños también demostraron un claro rechazo hacia el tricolor, luego de castigar con el voto al otorgarles únicamente dos diputados para la Asamblea legislativa de El Salvador, uno de ellos Lira y su compañera, Marcela Villatoro, quien ha estado envuelta en sendas disputas con el actual presidente del Consejo Ejecutivo Nacional (COENA), Carlos Saade, a quien ha señalado en diferentes ocasiones de tener favoritismos y de no ser el líder ideal para el partido de derecha culpándolo de su declive actual.
Por su parte, Saade la ha acusado de “no asistir” a las reuniones; además de exigirle que rinda cuentas de su planilla, a lo que ella ha respondido que no es convocada a estas y por lo tanto no se entera de ellas. La dirigencia ha advertido sobre una posible expulsión a la parlamentaria, sin embargo, esta no se ha cumplido.
Estas acciones reafirman el fraccionamiento del partido desde sus cimientos, dando paso a que la poca representación política que este posee a nivel de país sea mínima o nula a nivel de influencia sobre propuestas de ley, reformas o acciones que beneficien a los salvadoreños; además de los señalamientos de casos de corrupción dentro de sus filas que han abonado al desencanto de la población sobre este instituto político.