El Gobierno de El Salvador, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores y el Registro Nacional de las Personas Naturales (RNPN), desarrolló esta semana una nueva jornada de carnetización en Sabanetas-Nahuaterique, un territorio fronterizo con Honduras que forma parte de las zonas delimitadas por la Sentencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) del 11 de septiembre de 1992.
El presidente del RNPN, Fernando Velasco, y la viceministra de Relaciones Exteriores, Adriana Mira, encabezaron el inicio de esta jornada, que se realiza del 18 al 22 de agosto y que beneficiará a más de 3,700 personas. A la fecha, según informó la vicecanciller Mira, ya se han entregado 12 mil carnets de identificación a habitantes de la zona, de un universo de 18 mil solicitantes registrados en la primera etapa del proceso.
Este documento oficial garantiza a los residentes un cruce fronterizo rápido y seguro, además de facilitar su movilidad diaria para estudiar, trabajar, acceder a servicios de salud, trasladar mercancías y aprovechar programas de desarrollo impulsados por el Gobierno del Presidente Nayib Bukele. “No solo es el tema de la identificación, que ya lo estamos solventando, también hemos hablado sobre temas de escuelas, carreteras y otros proyectos que ya se están trabajando con diferentes instituciones en El Salvador”, expresó la viceministra Mira durante el encuentro.
En paralelo a la carnetización, autoridades salvadoreñas se reunieron con líderes comunitarios para identificar nuevas oportunidades que fortalezcan este mecanismo e impulsen proyectos complementarios en beneficio de la población. En esta entrega participó también el director general de Aduanas, Benjamín Mayorga.
Los esfuerzos del Gobierno se extienden no solo a Nahuaterique, sino también a otros sectores delimitados por el fallo de la CIJ, entre ellos Monteca-Dolores y Los Amates-Goascorán, en La Unión; así como Las Pilas-Cayaguanca, Arcatao-Sazalapa y Tecpanguisir, en Chalatenango, acciones que buscan atender las necesidades históricas de los habitantes de las comunidades fronterizas, fortalecer su identidad y mejorar su calidad de vida.