La administración municipal de La Unión Sur, liderada por la alcaldesa Victoria Gutiérrez dio inicio oficial a la renovación integral del histórico Estadio Marcelino Imbers, una obra largamente esperada y que marca un antes y un después para el deporte y la convivencia en el municipio.
El proyecto, liderado por la edil se ejecuta exclusivamente con fondos municipales, reafirmando una gestión eficiente, transparente y enfocada en entregar resultados reales a la población.
Según la alcaldesa, avanzar sin esperar apoyo externo demuestra que cuando existe voluntad política y compromiso genuino, las obras llegan y hablan por sí mismas. El estadio, durante años relegado al abandono por administraciones anteriores, inicia así un proceso de rescate que devuelve esperanza a miles de habitantes.
La Primera Fase de la intervención se concentra en dignificar las áreas esenciales para atletas y público. La modernización completa de los camerinos, junto con la restauración integral de los baños, garantizará espacios higiénicos, seguros y funcionales, adecuados para la juventud unionense y para futuros eventos deportivos.
Para la alcaldesa, esta obra representa mucho más que infraestructura:
“Este estadio no es solo cemento y pintura; es un refugio de oportunidades y un recordatorio de que el futuro siempre puede ser distinto cuando se trabaja con amor y compromiso”.
Victoria Gutiérrez sostiene que el Estadio Marcelino Imbers es “el corazón del pueblo unionense”, un lugar que merece volver a ser símbolo de unidad, convivencia y desarrollo. Con esta renovación, la municipalidad busca transformar el espacio en un santuario deportivo donde niños, jóvenes y adultos encuentren un punto de encuentro digno y seguro.
“La Unión Sur se merece lo mejor”, reafirmó la edil al destacar que la obra quedará en las mejores condiciones para el disfrute de la población y de los visitantes.
Con esta intervención, la Alcaldía Municipal confirma su visión de desarrollo integral, donde el deporte se convierte en herramienta de transformación social y los espacios públicos recuperados refuerzan el orgullo y la identidad local.
El Estadio Marcelino Imbers inicia así una nueva etapa: un renacer que marca el avance de una ciudad que construye, transforma y cumple.

