Un incendio de gran magnitud en la ciudad de Los Ángeles ha provocado el éxodo de miles de personas, quienes han tenido que abandonar sus viviendas debido al fuego arrasador que amenaza con extenderse por la zona.
Las autoridades estadounidenses han declarado el estado de emergencia, movilizando a equipos de bomberos, policías y personal de emergencia para contener las llamas y proteger a la población.
El fuego, avivado por fuertes vientos y altas temperaturas, ya ha consumido cientos de hectáreas y dejado severos daños materiales. La calidad del aire en la región también se ha visto gravemente afectada, representando un riesgo adicional para los residentes.
Se han habilitado refugios temporales para las personas evacuadas, mientras los equipos de emergencia trabajan día y noche en su lucha contra el incendio. Las autoridades han pedido a la ciudadanía mantenerse alerta, seguir las indicaciones de evacuación y evitar acercarse a las áreas afectadas.