El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que eleva los aranceles al acero y al aluminio importados del 25% al 50%, medida que entrará en vigor este miércoles, 4 de junio de 2025. La decisión responde a preocupaciones sobre prácticas comerciales desleales, especialmente el acero chino que se transita a través de otros países.
La medida ha generado reacciones mixtas. Economistas advierten sobre posibles impactos negativos en la economía, como aumento de costos y pérdida de empleos en la manufactura. Por otro lado, grupos pro-aranceles respaldan la acción, argumentando que protege a las industrias estadounidenses de la competencia extranjera subsidiada.
Además, Trump ha excluido temporalmente al Reino Unido de esta medida, mientras continúan las negociaciones comerciales. La administración también mantiene conversaciones con China sobre el cumplimiento de acuerdos comerciales, especialmente en relación con minerales raros y exportaciones de semiconductores.
Esta decisión marca un endurecimiento en la política comercial de Estados Unidos, con implicaciones significativas para las relaciones comerciales internacionales y la economía global.